VIOLENCIA MEDIÁTICA
Existe una pequeña disminución en lo que respecta a la delincuencia y asesinatos en El Salvador, pero en los grandes medios de comunicación nos machacan con una versión apocalíptica de nuestro país. Todos los noticieros de televisión –sin excepción alguna– inician con notas rojas, con el fin de satisfacer el morbo de sus públicos, se convierten en jueces de toda clase de delitos al presentar a los acusados como culpables, sin que esto haya sido declarado por alguna autoridad competente.
Por si eso fuera poco rompen con protocolos nacionales e internacionales al mostrar cadáveres y rostros de menores acusados de delitos, además prestan sus cámaras y micrófonos para hacer circular rumores (como paso con el último para de transporte colectivo).
No queremos hacer ver a las autoridades de seguridad como víctimas de los medios de comunicación y decir que en El Salvador no hay problemas en esa materia. Sin duda alguna, esos problemas existen, pero también existe el trabajo de autoridades que por primera vez en la historia del país colocan la razón antes de las armas para acabar con el delito.
Para ejemplo de la tergiversación de los datos detallaremos dos noticias de un mismo periódico de gran circulación, periódico que hace eco de la matriz de opinión que dice que la actual administración de centros penales es un fracaso: el 5 de diciembre de 2008, durante la gestión Saca, publicaron "Se fugan 13 reos de Centro Judicial Isidro Menéndez", y durante la actual gestión la noticia similar fue la publicada el 04 de noviembre, del año en curso, la cual estaba titulada de la siguiente forma: "Se fuga un recluso de centro penal La Esperanza".
No es necesario ser experto en estadística para determinar que si durante la gestión de ARENA se fugaban 13 reos y durante la gestión Funes-FMLN se fuga uno, existe un avance en el tema de seguridad en los centros penales. A estos logros podemos sumar: la recuperación de autos robados, la disminución de los homicidios y la incautación de más de 14 millones 516 mil 130 dólares con lo que le han asestado un duro golpe al crimen organizado.
Los medios de comunicación no presentaran esto como un logro y buscaran siempre contrariar los datos, como ejemplo un burdo reportaje presentado por un noticiero, de corte sensacionalista, que se transmite a las 12:30 del mediodía: cuando las autoridades anunciaron una disminución en los homicidios se fueron a entrevistar a las personas que brindan servicios funerarios para que les comentaran de sus pérdidas.
Además jerarquizan a los muertos, al punto tal que algunos no tienen importancia para ellos. Como en el caso ocurrido el 14 de octubre pasado, donde Karen Yamileth, de 23 años de edad, murió electrocutada en las instalaciones de un Súper Selectos. El hecho aún es confuso, las autoridades no han presentados los resultados de una investigación seria y a excepción de dos canales televisivos y ciertos periódicos electrónicos la noticia no ha sido difundida masivamente, pues daña a uno de sus más máximos patrocinadores.
Lamentablemente esa es la violencia mediática a la que nos quieren someter, pero puede ser transformada por cada uno de nosotros, si buscamos informarnos por los medios de comunicación alternativa, si somos críticos ante el producto noticioso presentado y si expresamos nuestro total rechazo al convertir el dolor de las víctimas y las escenas sangrientas como instrumento para aumentar niveles de audiencia.
Equipo Mapache
06 de noviembre de 2010
Por si eso fuera poco rompen con protocolos nacionales e internacionales al mostrar cadáveres y rostros de menores acusados de delitos, además prestan sus cámaras y micrófonos para hacer circular rumores (como paso con el último para de transporte colectivo).
No queremos hacer ver a las autoridades de seguridad como víctimas de los medios de comunicación y decir que en El Salvador no hay problemas en esa materia. Sin duda alguna, esos problemas existen, pero también existe el trabajo de autoridades que por primera vez en la historia del país colocan la razón antes de las armas para acabar con el delito.
Para ejemplo de la tergiversación de los datos detallaremos dos noticias de un mismo periódico de gran circulación, periódico que hace eco de la matriz de opinión que dice que la actual administración de centros penales es un fracaso: el 5 de diciembre de 2008, durante la gestión Saca, publicaron "Se fugan 13 reos de Centro Judicial Isidro Menéndez", y durante la actual gestión la noticia similar fue la publicada el 04 de noviembre, del año en curso, la cual estaba titulada de la siguiente forma: "Se fuga un recluso de centro penal La Esperanza".
No es necesario ser experto en estadística para determinar que si durante la gestión de ARENA se fugaban 13 reos y durante la gestión Funes-FMLN se fuga uno, existe un avance en el tema de seguridad en los centros penales. A estos logros podemos sumar: la recuperación de autos robados, la disminución de los homicidios y la incautación de más de 14 millones 516 mil 130 dólares con lo que le han asestado un duro golpe al crimen organizado.
Los medios de comunicación no presentaran esto como un logro y buscaran siempre contrariar los datos, como ejemplo un burdo reportaje presentado por un noticiero, de corte sensacionalista, que se transmite a las 12:30 del mediodía: cuando las autoridades anunciaron una disminución en los homicidios se fueron a entrevistar a las personas que brindan servicios funerarios para que les comentaran de sus pérdidas.
Además jerarquizan a los muertos, al punto tal que algunos no tienen importancia para ellos. Como en el caso ocurrido el 14 de octubre pasado, donde Karen Yamileth, de 23 años de edad, murió electrocutada en las instalaciones de un Súper Selectos. El hecho aún es confuso, las autoridades no han presentados los resultados de una investigación seria y a excepción de dos canales televisivos y ciertos periódicos electrónicos la noticia no ha sido difundida masivamente, pues daña a uno de sus más máximos patrocinadores.
Lamentablemente esa es la violencia mediática a la que nos quieren someter, pero puede ser transformada por cada uno de nosotros, si buscamos informarnos por los medios de comunicación alternativa, si somos críticos ante el producto noticioso presentado y si expresamos nuestro total rechazo al convertir el dolor de las víctimas y las escenas sangrientas como instrumento para aumentar niveles de audiencia.
Equipo Mapache
06 de noviembre de 2010
