Trostky: la revolución traicionada y la revolución permanente

Trostky: la revolución traicionada y la revolución permanente

En 1940 la Unión Sovietica contaba con el ejercito más poderoso del mundo, durante dos décadas el ejercito y la nación fueron dirigidas por un sólo hombre: Joseph Stalin dictador absoluto de doscientos millones de personas, cabeza de un imperio que abarcaba dos continentes.

A pesar de todo este poder Stalin vivía atormentado por una persona que vivía, para ese año, en una pequeña aldea de un pueblo mexicano, su nombre: Leon Trostky.

Aislado de sus camaradas, escapando de la muerte atravesando Europa y Asia, Trostky pasaba sus días escribiendo y pensando en lo que Rusia habría sido.

A la corta edad de 19 años Trostky ya contaba con un historial policial y sentía admiración por los escritos de Lenin. Gracias a su capacidad de oratoria y destreza en la escritura pronto se vería involucrado directamente con Lenin liderando el movimiento revolucionario.

Luego de ser expulsado de casi todos los países europeos por sus ideas revolucionarias el estallido de la revolución de Febrero lo encontró en Nueva York donde decidió regresar a Rusia.

A su regreso asumió el control de la Organización Socialdemócrata Interdistrital y se integró en el Soviet de Petrogrado, apoyó totalmente la posición de Lenin de derrocar al gobierno provisional surgido en febrero y liderado por socialdemócratas moderados.

Paralelo a esto en los expedientes de la policía figuraba otro nombre, pero esta vez se trataba de un comunista de perfil bajo, dedicado a las tareas rutinarias del partido: Joseph Stalin, que se iría transformado silenciosamente en parte esencial del aparato revolucionario.

Mientras tanto Trostky se dedicaba a contactar con diferentes conspiradores revolucionarios tomado así el mando en ausencia de Lenin, finalmente el 6 de noviembre de 1917 dio la orden se iniciar la sublevación comunista logrando que divisiones enteras del ejercito se unieran a las filas revolucionarias luchando hombro a hombro con obreros y campesinos dando paso a la creación del Ejército Rojo el cual dirige durante tres años logrando contar más de cinco mil personas.

Trostky demostró que no sólo era un buen intelectual o un soñador sino un excelente genio militar, mantuvo unido al ejército rojo y logró derrotar las fuerzas contrarrevolucionarias.
Los funcionarios del partido influenciados por el burócrata Stalin veían a Trostky como una amenaza.

El hasta entonces poco relevante Stalin tomó las riendas de la Unión Soviética y con sus funcionarios creó la nueva nobleza e inició una casería contra todo aquel que quiera formar oposición a su gobierno.

Lenin decidió denunciar a Stalin públicamente ante el congreso, sorpresivamente murió antes de que se realizara, algunas versiones sobre su muerte afirman que fue envenenado por Stalin.
Sin embargo quedó el testamento de Lenin donde dejaba como heredero a Trostky pero en el congreso se realizó una conspiración y es ocultado dejando a Stalin en el poder.

Tras este hecho decidieron destituir a Trostky de su cargo como comisario de Guerra, luego apártalo de la dirección del partido y posteriormente expulsarlo del mismo. Más tarde es deportado a Kazajistán y finalmente expulsado de la URSS en 1929.

Pero Satlin aun no estaba satisfecho y borra a Trostky de la historia rusa al punto de modificar fotos y demás archivos colocándose él como mano derecha de Lenin.

Finalmente Trotsky llegó a México, tras una serie de gestiones realizadas por algunos seguidores liderados por Diego Rivera ante el presidente Lázaro Cárdenas quien en 1938 le concedió el asilo político. A su llegada, Trotsky fue recibido en el puerto de Tampico por Frida Kahlo, esposa de Rivera y transportado hacia la ciudad de México a bordo del tren presidencial.

El miedo de Stalin no había cesado y realizó un juicio contra Trotsky acusándolo de conspiración, sabotaje y otros cargos contra la revolución, todo esto sin la presencia del acusado.

Fue declarado culpable y la sentencia era la pena de muerte, tras toda una estrategia que inició con el asesinato de sus cuatro hijos, Trotsky fue mortalmente herido por un estalinista camuflado de seguidor el 20 de agosto de 1940 logró resistir algunas horas más, pero, el 21 de agosto, finalmente murió… el hombre pero no la idea dejando todo un legado revolucionario para la generaciones venideras palpado de forma clara y concisa en sus escritos que no fue socialismo ni la revolución la que causó tanta tiranía sino el stalinismo y que la revolución aun es nuestra tarea.

Equipo Mapache
22 de Agosto de 2009