POSICIÓN X: CINCO ESTRELLAS DE PÁLIDO AZUL

Tres meses de ignominia, de asombro y condenas mundiales. Gorilas de saco y corbata se encargaron de hacer retroceder a Honduras un siglo. Hicieron uso del ejército para dar un malogrado golpe de estado, eliminaron la libertad de expresión, implementaron toques de queda, desafiaron torpemente a organismos internacionales, pasaron por encima de toda diplomacia, asesinaron a su mismo pueblo, en fin, toda una verdadera crisis política aún no resuelta.
Todo el mundo con excepción de Estados Unidos han sentado su postura abiertamente: condenar el golpe de estado. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para sacar a los retrógrados del gobierno de facto. Sanciones a medias, finitos cierres de fronteras, suspensión de préstamos y visas; todas acciones buenas pero insuficientes. ¿Moraleja? ¡La diplomacia no sirve! O no se aplica bien o con la suficiente fuerza. Ahí están los gorilas, en contra del mundo (menos EU), pero siguen ahí.
Golpes, secuestros, torturas, vejaciones, persecución, muerte, hambre, terror psicológico, cansancio, tristeza y dolor ha experimentado el –hasta hoy- sumiso pueblo hondureño. Pero también ha habido acompañamiento, hermanamiento, voluntad política y lo más importante de todo: amor y solidaridad. Amor por la patria y solidaridad con el desvalido, con el débil. Gracias a eso el pueblo hondureño ha logrado despertar. Han resistido pacíficamente a estos tres meses y, si al final triunfan –eso esperamos tod@s-, le habrán dado una lección de formas de lucha revolucionaria al mundo entero, el caso catracho pasará a ser un hito en la historia moderna latinoamericana.
La derecha gringa y catracha fallaron en sus cálculos, nunca se imaginaron la respuesta del pueblo hondureño, es más –y para bien de la región- , aceleraron el proceso de unificación de las fuerzas progresistas del vecino país. Parafraseando a Hugo Chávez: “La oligarquía no sabe lo que ha hecho. Ha despertado a un gigante… ese gigante es el pueblo hondureño”. Y esto, sin duda alguna, ayudará a toda Centroamérica en su proceso de liberarse del yugo del capitalismo y del imperio yankee.
Honduras es ahora una sola. Una Honduras que ya no quiere el bipartidismo, que quiere a Mel Zelaya de regreso, que desea una Constituyente a como de lugar; una Honduras despierta, abusada, con chispa; y lo mejor de todo, una Honduras con un pueblo organizado, resistente y fuerte.
Equipo Mapache.
San Salvador, septiembre 26, 2009.
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