09 julio 2009

CASO MARCELO RIVERA: Familia de líder desaparecido aún no recibe prueba de ADN


Los resultados de la prueba de ADN para confirmar si el cuerpo encontrado en un pozo, en San Isidro, es el del dirigente social Gustavo Marcelo Rivera, no fueron presentados ayer como estaba previsto.

Sin embargo, se conoció por distintos medios informativos que los restos encontrados pertenecen al dirigente comunal por lo que este día en la Asamblea Legislativa, el diputado Antonio Echeverría, del FMLN, pidió un minuto de silencio para recordar al líder.

Angel Ibarra, presidente de la Unidad Ecológica de El Salvador (UNES) dio a conocer que se pidió la exhumación de los restos encontrados y que ya habían sido sepultados, para verificar si es Rivera y luego proceder a la inhumación en San Isidro, de donde la víctima es originario.

El líder social y miembro de la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica, desapareció el 18 de junio en el recorrido de Sensuntepeque a San Salvador. Varias comitivas de búsqueda se formaron en la zona para localizarlo y se realizaron marchas y vigilias en espera de que apareciera.

Miguel Rivera, hermano de Marcelo, aseguró a Diario Co Latino que tenían previsto que los resultados fueran entregados ayer miércoles, sin embargo, una de las secretarias de Medicina Legal les dijo que “hubo problemas”.

Según explicó el hermano del líder desaparecido, la secretaria de Medicina Legal dijo que “como ellos habían pedido una muestra de cabello y uña, y la unidad de San Vicente envió una molar y hueso, se había complicado el resultado de la prueba”.

El martes, miembros de la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica denunciaron supuesta “negligencia” en las investigaciones del cadáver localizado en el pozo, pues la Fiscalía autorizó que el cuerpo fuera enterrado a pesar de que sabían que existía una investigación. Eso complicó las pruebas correspondientes para determinar el paradero de la víctima.

La familia y amigos consideran que la desaparición de Marcelo se debió a su trabajo en San Isidro, porque “se involucró mucho” en el último proceso electoral, en cuanto al tema de supuestas irregularidades en el padrón, y por su activismo en contra de la minería.

Además, abonan sus sospechas a la falta de interés de las autoridades locales para investigar. “Marcelo no era una persona común, era una persona que tenía la vida dedicada a la vida social, en especial la familia no tiene problemas, que tengamos que decir que tenemos que andar armados porque nos puede matar fulano, nada de eso”, explicó.

El hermano no dejó de mencionar además que existen antecedentes en otros países donde las empresas “mandan a desaparecer líderes”. “Entonces, nosotros tenemos varios indicios por el nivel de oposición, además porque era uno los líderes que organizaba a la gente para exigir sus derechos, y para algunos será bien visto y para otros no”, agregó.

La familia ante la preocupación de la desaparición, incluso, se dio a la tarea de investigar algunos “modus operandi” del crimen organizado para deducir y, por las explicaciones, consideran que la desaparición puede estar ligada a conflictos de intereses y no a la delincuencia común.

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