Los manifestantes se congregaron desde temprano frente a la sede de la Universidad Pedagógica, donde hicieron su primer mitin, y luego se dirigieron hacia las proximidades de la casa presidencial, donde el pasado lunes fueron violentamente reprimidos.
Toda el área que circunda el edificio gubernamental y un hotel de la cadena Marriott se encuentra rodeada desde ese día por un grueso cordón de soldados con armas largas y miembros de la policía antimotines.
En una pequeña plaza que se encuentra dentro del complejo de la casa presidencial, psrtidarios del régimen de facto, mayormente miembros de clases medias y altas y grupos evangélicos y católicos, realizaron un acto de respaldo a los golpistas.
Durante la marcha opositora, los manifestantes abuchearon a una decena de conductores de ómnibus urbanos que trasladaron hacia la sede presidencial a quienes respaldan la asonada golpista.
A pesar del fuerte despliegue de tropas y la policía antimotines, no ocurrieron enfrentamientos, pues el Frente de Resistencia Popular creó comisiones de disciplina cuyos integrantes cerraron el paso hacia los soldados e impiden también actos vandálicos.
Con la resistencia pacífica vamos a derrotar a los golpistas, expresó Juan Barahona, presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores, una de las organizaciones del Frente, que también incluye a agrupaciones campesinas, estudiantes, comités femeninos, de derechos humanos, ambientalistas y otros.
Barahona describió la manifestación como inmensa, mientras periodistas de medios nacionales consultados en el lugar la estimaron en más de 20 mil personas.
Luego del acto en las proximidades de la casa presidencial, una impresionante columna humana se dirigió hacia la distante sede de la Organización de Estados Americano (OEA), a unos tres kilómetros de distancia en esta ciudad, llena de frecuentes y empinadas cuestas.
Barahona confirmó a Prensa Latina que en las próximas horas los coordinadores del Frente se reunirán con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien viajó hoy a Tegucigalpa a entregar la condena de ese organismo al golpe militar iniciado el 28 de junio pasado.
Ratificó que la condena al golpe militar y la inmediata restitución del presidente constitucional, Manuel Zelaya, sintetizan la postura que expresaran a Insulza.
La OEA dio el miércoles último un plazo de 72 horas a los golpistas para que depongan su actitud y al vencimiento de este, Zelaya confirmó que retornará al país para completar su mandato hasta el próximo 27 de enero y la celebración de elecciones el 29 de noviembre venidero.
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