08 diciembre 2008

LA SEMILLA POLÍTICA

PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN
Por: Vladimir Chicas, Roberto Flores, Ana Guardado, Raquel Serrano


La esperanza de los campesinos de volver a disfrutar la abundancia que antaño les regalaba la tierra ha sido depositada en un programa que más allá de representar un alivio para la economía familiar, representa un gasto que los sumerge más en la pobreza. El Programa Semilla Mejorada, presentado como palanca que impulsaría la reactivación del sector agrícola, se ha convertido en un actor más de la obra teatral montada por el partido oficial como un intento para asegurar el voto que garantice su continuidad en el ejecutivo. Entre denuncias de corrupción, afiliaciones obligatorias al partido oficial y quejas por lo contraproducente que ha resultado este programa, nuevamente las manos vacías de los agricultores hablan del fracaso al que ha sido condenado este sector
.

Manuel de Jesús Gutiérrez, a quienes los pobladores del cantón Las Cañas conocen como Coshita, sumerge su rostro en la indignación al recordar las dos semanas en que trató desesperadamente de conseguir los 20 dólares con los que pagaría los trámites para obtener la semilla gratuita otorgada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Coshita no previó la estafa de la que estaba siendo víctima.

Campesinos en condición de pobreza, como Gutiérrez, suponen ser los principales beneficiarios del programa gubernamental Semilla Mejorada. Este Programa fue impulsado por el gobierno en el año 2004 como una medida para superar la crisis del sector agropecuario y está vigente hasta la fecha. Según datos del MAG, anualmente este programa beneficia alrededor de 160,000 agricultores de todo el país, los cuales se estima cultivan alrededor de 350,000 manzanas de terreno.

Este requiere una inversión anual de cerca de 20 millones de dólares que se traducen en la entrega de insumos agrícolas a miles de agricultores en diferentes zonas del país, especialmente en aquellas con mayor producción agrícola, para que éstos tengan un incremento productivo en sus cosechas.

En un principio solo se entregaban semillas de maíz, pasto y sorgo, posteriormente se integró al plan la entrega de semilla de frijol. Luego se les entregaría un paquete tecnológico, el cual resulta ser un saco de fertilizante, mejor conocido como “formula”.

Hoy en día, los campesinos que desean recibir estos insumos deben pasar por proceso que generalmente resulta largo y tortuoso. La realidad es muy distante de lo que muestran los anuncios publicitarios que el gobierno transmite en los medios de comunicación, en los que aparentemente obtener la semilla y el fertilizante es tan sencillo como extender la mano.

El Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA), una dependencia del MAG, es el actual encargado de la distribución de la Semilla. Según el director ejecutivo del Centro, Ing. Abraham E. López Deleón, la entrega se hace a través de los técnicos del CENTA en cada municipio, que previo a una coordinación con los agricultores de la zona, se encargan de dar seguimiento al proceso, para finalmente hacer entrega gratuita de la semilla y el fertilizante. Respecto de la selección de los agricultores, Deleón explica que no existe ningún censo, sino que generalmente los campesinos solicitan la semilla a través de asociaciones o cooperativas.

Pero la experiencia de Coshita fue muy diferente. A él nadie le dijo que la semilla era regalada, ni que tenía que organizarse con una cooperativa para poder recibirla, ni a donde ir a recogerla, por el contrario, el sonido de un megáfono le anunció la convocatoria para aquellos que quisiesen ser beneficiarios del Programa Semilla Mejorada, a través del cual Coshita esperaba recibir un par de sacos de semillas de maíz.

La voz del megáfono convocaba a la casa de habitación de Nicolás Ayala, en Guaycume, Guazapa; Coshita asistió a la convocatoria donde, según relata, se reunieron alrededor de 400 personas de diferentes edades y sexos provenientes de diversos municipios del país. Ayala tomaba los datos de los agricultores y les pedía un “aporte” económico de cinco dólares a cambio de ser beneficiarios del Programa. Este además se identificaba como miembro de la alcaldía de Guazapa, pero “no enseñó ningún carnet ni nada”, afirma Coshita.

Pero este “aporte” económico no fue el único. Nicolás exigió otra contribución de cinco dólares por cada persona para viáticos, ya que según él, el proceso de entrega requería de constantes viajes hacia San Salvador para poder realizar trámites de carácter burocrático en la Asamblea Legislativa. Una vez más, la mayoría de personas pagó el monto.

Un mes después, Nicolás hizo otra convocatoria en su casa, pero lejos de entregar los insumos prometidos, exigió tres dólares más para viáticos; Coshita asegura que fueron muchos los que le pagaron esa cantidad, él fue uno de ellos. Todos los agricultores inscritos de la zona, no recibieron más de diez libras de semilla de maíz por parte del señor Nicolás Ayala.

El monto de la estafa alcanzó los 8 mil dólares, tomando en cuenta que fueron alrededor de 400 personas que entregaron casi 20 dólares por la semilla.


Inscripción al programa $5.00
Viáticos para traslado de semilla $10.00
Pasajes hacía Guaycume $3.00
Total $18.00
Suma total de gastos de Manuel Gutiérrez para obtener la semilla.


El cobro por una semilla que debería ser gratuita, es sólo una de las tantas anomalías que este programa ha presentado. El abanico se extiende a raíz de la experiencia de otros agricultores.

Los costos de “beneficiarse” con el plan
De acuerdo con el Programa, el agricultor tiene derecho a beneficiarse con la cantidad de fertilizante correspondiente a la semilla recibida; así lo explica técnico del CENTA para la zona norte del país, Obdulio Posada, quien asegura que la entrega de semilla es una preocupación para el agricultor por lo complicado del proceso de entrega. Posada explica que antes de la implementación del Programa, era el técnico quien reportaba la cantidad de semilla a entregar y era él mismo quien repartía la cantidad necesaria de fertilizante para el buen desarrollo de la cosecha.

Agrega que ahora el CENTA ha relegado a un intermediario que sólo llega a entregar la semilla, pero que no existe un proceso a través del cual se decida a quién se le entrega semilla y a quién no, mucho menos estudios previos en los cuales se calcule la cantidad que se le debe entregar a cada persona.

Para el Ing. Deleón, la dinámica utilizada para la distribución –coordinación con cooperativas en cada municipio- es funcional, sin embargo, afirma que es de alcance restringido debido a las limitaciones presupuestarias; pero Posada asegura que existe mucha falta de control que está desatando problemas y que el sistema de cooperativas sería funcional si el CENTA respetase el proceso. Ya que el Centro entrega semillas incluso a personas particulares que habitan en zonas urbanas y otras que ni siquiera cosecharan.

Son muchas las anomalías que se presentan en la distribución hecha por el Centro, tal es el caso de Roberto Lemus, ganadero del cantón Las Cañas y agricultor de pasto, quien de las 17 libras de semilla de pasto Bombaza que recibió por parte del Programa sólo le entregaron un quintal de fertilizante; según él para la cantidad de semilla sembrada necesitaba al menos tres quintales de fertilizante.

Lemus, a diferencia de Manuel Gutiérrez, se inscribió al plan gracias a una ficha que le fue entregada por parte del técnico del CENTA hace más de ocho meses; sin embargo al igual que Coshita esperó más de dos meses para recibir la semilla y no se le dio la cantidad suficiente para su cosecha; luego pasó por un largo tramite para que le entregaran el fertilizante. Este último no dio abasto para toda la cosecha. “Siempre tuve que gastar en el fertilizante para que no se perdiera lo que ya había sembrado. Más que ahora el fertilizante se disparó más de los 60 dólares que ya valía” explica Lemus.

Precios de fertilizantes según el Manual de Insumos Agropecuarios del MAG 2007-2008

Fertilizantes Complejos o Fórmulas: Granuladas o en Polvo.

Nombre Comercial: Fórmula Química 16-20-0
Presentación: Saco 100 kg
Precio: 40.79
Casa Comercial:Proagro S.A.


Precios de Fertilizantes en agroservicios

Nombre Comercial Presentación Precio Casa Comercial
Fórmula Química 16-20-0 Saco 100 kg $75.0 Agroservicio La Bodega. Chalatenango
Fórmula Química 16-20-0 Saco 100 kg $77.75 Agroservicio Las Américas. San Salvador
Fórmula Química 16-16-0 Saco 100 kg $80.0 Agroservicio El Caballo. Chalatenango
Fórmula Química 16-16-0 Saco 100 kg $68.0 AGroservicio El Establo. Chalatenango
Fórmula Química 16-16-0 Saco 100 kg $75.0 Agroservicio El Milagro. Chalatenango


La semilla política
El Programa Semilla Mejorada esta cargado de influencias políticas que van desde la propaganda institucional hasta afiliaciones al partido ARENA.

Roberto Lemus, como muchos otros agricultores, califica al programa Semilla Mejorada como un total fracaso, un método demagogo utilizado por un gobierno que, en su opinión, no hace nada por reactivar a este sector. Para Lemus, el Ministerio de Agricultura “en lugar de gastar todo ese dinero en fotos y anuncios que sale Saca dando semilla, que no es cierto que la da, deberían de gastar más en comprar más semilla para los que los necesitamos, para los pobres que queremos sembrar”, asegura mientras muestra la escasa producción de pasto obtenida esta cosecha. Desde su perspectiva, una verdadera iniciativa para ayudar al campesino sería brindar ayuda completa: buena semilla, buen fertilizante (ambos en buena cantidad) y una asesoría especializada para el campesino para sacar el mayor beneficio de estos insumos. Los anuncios de radio, prensa y televisión le dicen a Lemus que todo eso y más es posible, sin embargo, nada de ello se hace realidad en los cultivos de los agricultores de Las Cañas.

Pero la politización del programa va más allá de la propaganda, a pobladores de Guarjila y Potonico, ambos cantones de Chalatenango, se les ha negado reiteradamente la ayuda por el hecho de ser afines al partido de izquierda. En ese sentido, Obdulio Posada explica que la selección beneficiarios del programa se hace más en cuanto a criterios de carácter político que en base a necesidades reales del agricultor.

Ejemplo de ello son pobladores del cantón Guarjila, en el que la junta directiva de la comunidad ha denunciado que se les han puesto trabas para poder acceder a los beneficios del programa de entrega de semilla mejorada por ser personas residentes en una zona gobernada por el FMLN. Estas personas ansiaban ser beneficiarios del programa, sin embargo, la convocatoria para solicitar incorporarse al plan no llegó a sus oídos, por lo que al darse cuenta de que la semilla ya estaba siendo repartida, fueron a hablar con el alcalde de Chalatenango, quien les dijo textualmente: “para Guarjila no hay semilla”.

Potonico corrió peor suerte. Sus habitantes se quedaron sin semilla, recibiendo como respuesta que ya no había insumos para entregarles.

Mientras tanto, en Las Vueltas el candidato a alcalde por el partido ARENA repartió el abono antes de que fuera la fecha de entrega oficial del CENTA. Según Alberto, directivo de Guarjila, en Las Vueltas se levanto un censo de los posibles simpatizantes de ARENA y a ellos se les entrego el abono. “Estas personas recibieron un beneficio doble: aparte de lo que este candidato les entregó, también tuvieron facilidad para recibir más ayuda en la entrega oficial del CENTA”, afirma.

Al tratar de consultar con las autoridades del CENTA sobre estas anomalías, la respuesta que se obtuvo fue que se atendían los casos por orden de llegada. Es decir, primero se entregaba semilla y otros insumos agrícolas a aquellas cooperativas o asociaciones que introdujeron su solicitud con mayor anticipación, por ejemplo se atendía en primer lugar a los que se inscribieron en enero, luego los de febrero y así sucesivamente. El problema, según las autoridades del CENTA, radica en que las existencias de estos productos son limitadas, y conforme más se tarda una cooperativa en pedir los beneficios del programa, se hace más difícil que se entregue la cantidad de insumos solicitada. Sin embargo, las experiencias en Chalatenango no refieren a cooperativas sino a afinidades políticas.

La situación es similar para muchas otras personas. Al realizar entrevistas en las instalaciones del CENTA ubicadas en el kilómetro 33 y medio de la carretera que de San Salvador conduce a Santa Ana, nos encontramos con un grupo de personas que desde principios de junio se han estado concentrando frente a las instalaciones del CENTA casi todos los días para exigir la entrega de los insumos que se les habían prometido.


Tal es el caso de la Asociación de Pequeños Productores Agrícolas de Quezaltepeque (APPAQ) y de la Asociación Comunal de Bienestar Rural de la Hacienda Nueva (ACRHN), del municipio de Lourdes Colón.
El primero, a pesar de tener una nómina de más de mil asociados, solo presentó una de aproximadamente 80 personas que deseaban ser beneficiarios; el segundo presento una nomina de 70 personas. Esto, aseguran, para agilizar el trámite.

La APPAQ presentó su solicitud al CENTA el pasado 17 de julio, todo acorde las disposiciones establecidas por las autoridades. Desde entonces estuvieron llegando frecuentemente a las instalaciones del CENTA, con mucha más regularidad durante la última semana del mes de agosto y la primera del mes de septiembre, fecha límite establecida por el MAG para la entrega de semilla de frijol, debido a que es este el período de siembra. Sin embargo la respuesta fue negativa. No recibieron semilla. La excusa: estaban agotadas.
Al mismo tiempo, la ACRHN solicitó los beneficios del programa el 9 de septiembre. Una semana después, se les comunicó que fueran a recoger su paquete de semillas. Luego de varios contratiempos, esta les fue entregada.

¿Por qué a pesar de que la APPAQ solicitó la semilla antes que la ARCHN no se le entregó en ese orden, como debería funcionar la dinámica según Deleón?

Para comenzar, la ACRHN fue recomendada por ejecutivos del Instituto de Transformación Agraria (ISTA) y del MAG, lo cual se plasma directamente en la carta de solicitud entregada al CENTA por la ACRHN, a la cual este equipo informativo tuvo acceso. En esta se lee textualmente: “No omitimos manifestar que somos afiliados al Partido ARENA y somos Nacionalistas de Corazón, por lo que somos recomendados por el Ingeniero Santo, encargado de la filial del ISTA, y por el mismo Ingeniero Cruz, también del ISTA, así mismo por el Ingeniero Enrique Araujo del Ministerio de Agricultura y Ganadería”. Esta carta, según manifestaron los asociados, se redactó con la ayuda de un ejecutivo del ISTA.

Además la entrega de la semilla no fue en el CENTA, sino en la Misión de Cooperación Taiwán-El Salvador, ubicada aproximadamente a tres kilómetros del CENTA. Aquí se logró ingresar de manera disimulada una cámara fotográfica y de video, con el propósito de captar imágenes de la entrega. Se pudieron capturar imágenes de las bodegas en las cuales se guarda la semilla mejorada, las cuales en total eran cuatro.

La sorpresa resulto ser que, contrario a la escasez promulgada por el CENTA, las bodegas estaban atestadas de semillas de frijol, las cuales no estaban reservadas para entregárselas a ninguna cooperativa o alcaldía.

Entonces, ¿quiénes están siendo los verdaderos beneficiados con el Programa? Los agricultores que reciben ínfimas cantidades de semilla, o el partido oficial que además de ganar adeptos, infunde terror en la población que está en su contra, gana la aprobación de la opinión pública y potenciales votos en los próximos comicios en enero y marzo de 2009.


Un agujero profundo
El letargo del que el Programa Semilla Mejorada prometía sacar al sector agrícola, se ha profundizado en los últimos años.

Para el 2004, año en que este programa fue lanzado al escenario, el sector agrícola se encontraba en una profunda crisis la que, según algunos analistas, ya tenía encima el peso de los años. Esta crisis deriva de una época de abandono por parte de los últimos gobiernos a este rubro, dejando atrás la creación de políticas de apoyo para este sector. Las políticas de libre mercado, explica el economista Franklin Selva, ayudaron a profundizar esta crisis pues se le dio más valor a los productos agrícolas importados.

Ante este panorama, el Programa Semilla Mejorada se presentaba como una luz al final del camino. En el discurso de presentación del programa el presidente Antonio Saca hizo énfasis en que en adelante se terminaría el abandono en el cual se había dejado a los agricultores; cuatro años después, el ministro de agricultura y ganadería, Mario SAlaverría, asegura que se ha sacado adelante al sector.

Sin embargo, las palabras del presidente Saca aún resuenan en la memoria de Coshita y de Roberto Lemus, quienes se suman a las estadísticas que contradicen todo lo defendido por el mandatario Saca y el ministro Salaverría.

Si fuera cierto que la crisis del sector agrícola está siendo superada, se vería reflejado en los índices de crecimiento del mismo. Según datos del Índice de Relaciones Internacionales del Ministerio de Economía, en 2004 las exportaciones de granos básicos (principalmente frijol y maíz) acumulaban una ganancia de 879 mil 650 dólares, mientras que las importaciones suman un total de 9 millones 545 mil dólares.

En 2007, tres años después de la implementación del programa, el MINEC registra un aumento en las importaciones, las cuales ascienden a 28 millones 200 mil dólares, más de tres veces la cifra del 2004.

Las estadísticas continúan hablando mal del Programa y como este se ha confabulado con otros factores que hacen más grande la embestida hacia los agricultores. Los costos de producción han aumentado significativamente desde 2004. En ese año, los costos de producción por manzana de frijol eran de 446 dólares, para el maíz eran de 576 dólares y para el sorgo 339 dólares. Para el 2007, el costo de frijol ha aumentado a 500 dólares por manzana, el del maíz es de 651 dólares y el sorgo ha aumentado a 443 dólares. Otras fuentes, como la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial de El Salvador (CAMAGRO) , que estos costos son mayores de lo que muestran las cifras del MAG.

El abandono del sector agrícola salvadoreño se hizo evidente a principios de este año cuando el MAG introdujo de emergencia frijol importado de Nicaragua, debido a la escasez de dicho producto en el país.

“La ayuda es insuficiente”, se queja Roberto Lemus, quien asegura que ante el aumento de los costos de producción son muchos los campesinos que han empezado a abandonar esta forma de trabajo optando por otras vías como la migración hacia Estados Unidos.

Los agricultores atraviesan un camino minado en su afán por revivir este marginado rubro De continuar así, el agro salvadoreño tiene pocas posibilidades de subsistir, pues desde hace muchos años que no este no ha sido tomado en cuenta responsablemente en las políticas de nación, por el contrario, sólo ha sido utilizado para cumplir parámetros e indicadores fantasmas que den solvencia al Estado para contraer deudas para consumir productos agrícolas extranjeros y así, poco a poco, ir asfixiando al productor local.

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