CORTINAS DE HUMO EN LA CLARIDAD DE LA RAZÓN
Las portadas de los periódicos recogieron en los últimos días las declaraciones que Fidel Castro, líder de la revolución cubana, ofreciera al periódico The Atlantic y no dudaron de hacer de esto una bomba publicitaria. Estos periódicos son los mismos que utilizan como mecanismo habitual la descontextualización y tergiversación de la información y cubren la suprema irresponsabilidad, pero algo que debe preocuparnos aun mas son los ecos que surgieron de nuestro lado, frases tales como: “Fidel se ha vuelto loco” preocupan por que dan muestra de la poca claridad y madurez política de parte de estos supuestos analistas.
No trataremos en este momento de dar a conocer las dos partes en las que se divide el texto publicado el 7 de septiembre en el Atlantic y por el periodista Goldberg en su blog, sino entender las declaraciones y reconocer el significado que encierran. Cundo Fidel afirma que “el sistema cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros” reconoce como revolucionario que es, que las luchas de los pueblos encierran particularidades propias de cada pueblo y región y que las condiciones en las que se da un proceso revolucionario cambian y se mueven con el proceso mismo.
En tales circunstancias Cuba no es un país que exporta un modelo y mucho menos lo impone a otros países. La muestra de claridad y madurez política de Fidel no es muestra de locura o de perdida de la razón, por el contrario demuestra la lucidez con la que se dirige a los pueblos, cualidad que junto con el carisma y el pragmatismo lo han acompañado desde los inicios de la revolución.
Fidel es hoy, como fue ayer, claro en su discurso y en sus reflexiones en las que expresa su preocupación por la degradación del medio ambiente, por la falta de alimentos, agua y medicinas en África, por la situación de medio Oriente donde Palestina sufre el ataque de Israel, por la discriminación racial en Francia en la que los gitanos son victimas de la crueldad de la extrema derecha francesa y claro una mas de sus preocupaciones es el proceso revolucionario cubano, el que forma parte de los demás procesos latinoamericanos, pueblos que en su mayoría han despertado y ahora exigen el respeto a definir el camino que han de andar.
El compañero Fidel no ha renunciado a la ideas de revolución debemos estar claros que la revolución que nos plantea Fidel es la de un proceso histórico que se somete a múltiples revisiones y cambios y que de avanzar debe tener coherencia con sus ideales y estar bajo la premisa de conservar los logros sociales alcanzados por los pueblos en materias fundamentales para la vida de un ciudadano como educación, alimentación y salud.
No trataremos en este momento de dar a conocer las dos partes en las que se divide el texto publicado el 7 de septiembre en el Atlantic y por el periodista Goldberg en su blog, sino entender las declaraciones y reconocer el significado que encierran. Cundo Fidel afirma que “el sistema cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros” reconoce como revolucionario que es, que las luchas de los pueblos encierran particularidades propias de cada pueblo y región y que las condiciones en las que se da un proceso revolucionario cambian y se mueven con el proceso mismo.
En tales circunstancias Cuba no es un país que exporta un modelo y mucho menos lo impone a otros países. La muestra de claridad y madurez política de Fidel no es muestra de locura o de perdida de la razón, por el contrario demuestra la lucidez con la que se dirige a los pueblos, cualidad que junto con el carisma y el pragmatismo lo han acompañado desde los inicios de la revolución.
Fidel es hoy, como fue ayer, claro en su discurso y en sus reflexiones en las que expresa su preocupación por la degradación del medio ambiente, por la falta de alimentos, agua y medicinas en África, por la situación de medio Oriente donde Palestina sufre el ataque de Israel, por la discriminación racial en Francia en la que los gitanos son victimas de la crueldad de la extrema derecha francesa y claro una mas de sus preocupaciones es el proceso revolucionario cubano, el que forma parte de los demás procesos latinoamericanos, pueblos que en su mayoría han despertado y ahora exigen el respeto a definir el camino que han de andar.
El compañero Fidel no ha renunciado a la ideas de revolución debemos estar claros que la revolución que nos plantea Fidel es la de un proceso histórico que se somete a múltiples revisiones y cambios y que de avanzar debe tener coherencia con sus ideales y estar bajo la premisa de conservar los logros sociales alcanzados por los pueblos en materias fundamentales para la vida de un ciudadano como educación, alimentación y salud.
18 de septiembre de 2010
Equipo Mapache
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