04 febrero 2011

¿SONDEOCRACIA O DEMOCRACIA?

El Salvador atraviesa un periodo tardío de sondeocracia, donde las decisiones políticas se basan en las encuestas y no en un análisis serio de nuestras problemáticas -y mucho menos en alguna especie de consulta amplia-; es decir, que en lugar de buscar establecer una democracia participativa, de la que tanto se habla hoy en día, se limitan los espacios de expresión a los sondeos de opinión.

Las encuestas son determinantes para la compresión de la realidad, por lo que al ser utilizadas de manera abusiva por los medios de comunicación ponen en riesgo el ejercicio de la democracia, pues dejan de lado la práctica del debate y universalizan los resultados; generando efectos persuasivos en la población, llevándola a legitimar o descartar determinadas corrientes de opinión; las cuales a su vez, han sido establecidas por la casa encuestadora, excluyendo una gran cantidad de enfoques sobre los problemas que agobian a la ciudadanía y soluciones que se proponen a dichos problemas.

En este escenario, las minorías, al sentirse excluidas de las corrientes de opinión dominantes, tienden a sumarse a una de las corrientes de opinión que el sondeo presenta como imperantes sin haber hecho un mayor análisis de las mismas.

Aunado a ello, nos encontramos con la manipulación que los medios hacen de las encuestas, quienes más allá de presentar los resultados, respaldan determinadas corrientes de opinión y orientan a las personas a ver de determinada manera la vida política, económica y social del país.

Si bien es cierto que los medios de comunicación no pueden decir a la población cómo pensar, sí pueden establecer agendas y proponer en qué pensar. Tal es el caso de la encuesta publicada por el periódico digital ElFaro.Net el pasado 2 febrero, en la que se maneja la posibilidad de que se lleve a cabo un Golpe Militar en el país. Bajo el titular “Salvadoreños consideran sacrificable la democracia”, el periódico plantea que “casi la mitad de sus habitantes están dispuestos a respaldar que los militares depongan un gobierno democrático si eso contribuye a resolver sus problemas”, por lo que estarían de acuerdo en apoyar que los militares sustituyan a un gobierno elegido democráticamente, expone.

Los medios de comunicación conocen los efectos persuasivos que puede tener una encuesta sobre la población, siendo este tipo de publicaciones un verdadero peligro para la democracia, ya que generan efectos en los receptores y pueden llevar a que una buena parte opte por moverse a favor de este tipo de acciones. Por ello, en lugar de hacer un tratamiento informativo contraproducente para la construcción de la democracia en el país, los medios deberían reparar en la manera en que presentan los resultados de las encuestas y hacer más análisis de la realidad que de elementos a la población para tomar decisiones y no someterse a la opinión de una minoría reflejada en los estudios de opinión.

A continuación presentamos un estudio hecho por un colaborador de Radio Zurda sobre los recientes sondeos de opinión.

ANÁLISIS DEL TEMA “PERCEPCIÓN DE LA DEMOCRACIA EN LOS/AS SALVADOREÑOS/AS”

La democracia, ha sido un tema que se ha puesto entre las variables de análisis en las últimas encuestas realizadas en el país, o al menos, en recientes informes, como el presentado por USAID, con apoyo de IUDOP, “Cultura Política de la democracia en El Salvador, 2010”, y una reciente publicación que colgó el periódico digital ElFaro.net, en la cual hace mención sobre algunos temas relacionados con el desarrollo de la cultura democrática. A continuación, se presenta un cruce de ambas investigaciones, así como un contraste con algunos de los principales indicadores socio-económicos de nuestro país.

La investigación que publica ElFaro.net, ha sido realizada en términos de metodología y campo por la empresa AnalítikaResearch& Marketing.Con un margen de error de ±2.8, es decir, cada respuesta puede oscilar entre esos límites de dispersión, y han incluido dentro de sus elementos sujetos a estudio (encuestados), un 60% de personas que acudieron a la última elección presidencial de marzo de 2009. Según esta investigación, las tendencias de cultura política en nuestro país, han cambiado significativamente, debido en su mayor parte a la considerable percepción de inseguridad y al alto costo de la vida, que las encuestas últimamente han reflejado.

Dicha investigación sostiene que el 45% de los que tomarían una decisión de aceptar cualquier cambio en el modelo de gobernar (incluyendo gobiernos militares), lo harían fundamentalmente si persiste el problema de la inseguridad y problemas económicos (costo de la vida). Al mismo tiempo, cita el informe sobre Desarrollo Humano El Salvador 2010, presentado por el PNUD, mencionando algunos indicadores que son sustanciales para formar un escenario de la realidad salvadoreña, sobre los números fríos que arroja la estadística; por ejemplo, expone que seis de cada diez personas que se dedican a la agricultura, son pobres (considerando que los estudios reflejan que al menos un 80% de las personas que viven en lo rural, se dedican a trabajos relacionados con la agricultura). También presenta aspectos como las carencias que afectan las condiciones de vida de nuestra sociedad, la diferenciación del costo de la canasta básica en lo rural y lo urbano, además del tema de la inseguridad, que según cita el PNUD en su informe, 59.3% de los salvadoreños, considera como el principal problema, y nueve de cada diez sienten inseguridad al utilizar autobús o microbús.

En este contexto, el estudio de AnalítikaResearch& Marketing, refleja que un 72% de las personas, aceptarían cualquier tipo de gobierno, siempre y cuando “ayude a resolver los problemas de la gente” - este gráfico ha sido titulado “Democracia devaluada”-. Por otra parte, el 41.8% de los encuestados, dicen sentirse defraudados principalmente por los líderes políticos, porque estos no cumplen sus promesas, así como también un 32% que dice que no les gusta la corrupción en los políticos.

En cuanto a la alternancia el gobierno, el 19.9% de los encuestados (casi la quinta parte) dice estar de acuerdo ya sea con gobiernos militares (11.1%) o con gobiernos civiles autoritarios (8.8%), y también, el 14.2% dice no creer en que los políticos puedan resolver los problemas. Sin embargo, este 11.1% no es parte significativa de la población, es decir, en términos vinculantes con una posible realidad. En términos generales, este 11.1% de la población, puede reflejar la misma proporción (más o menos 10% de personas que se consideran por sus características en estudios anteriores como “derecha fuerte”) de voto duro de derecha que piensa en esos términos.

Según el informe sobre La Cultura política de la Democracia en El Salvador 2010, el 29.1% de los salvadoreños cree que el responsable de la crisis económica en el país es el gobierno anterior, así como un 17.8% dice que es el sistema económico del país, mientras que un 4.7% afirma que el gobierno actual.

En términos de democracia, El Salvador, según el Barómetro de las Américas por LAPOP, tiene un 44.5% de nivel de satisfacción con la democracia, casi diez puntos más en relación al informe de 2008, y esto, según el Barómetro, se debe significativamente a la percepción democrática que sustentó la alternancia en el Gobierno Central. Es decir, a partir de 2009, la población dice sentirse al menos un punto más satisfecho con la democracia en el país, o bien, diez salvadoreños más, gozan un clima democrático.

Las reacciones extremas en tiempos difíciles, también han sido valoradas y percibidas por este informe (LAPOP), y los datos obtenidos reflejan que un 40.9% de la población apoya los golpes militares en El Salvador, aunque significativamente menor que el 43.1% que reflejó el estudio de 2008, es un porcentaje considerable.

El Barómetro realizó un análisis bivariado (de dos variables) en una escala de 0-100, donde considerando la muestra total, las principales variables que hacen tomar decisiones de apoyo a golpes militares son: la evaluación del trabajo del presidente y la percepción negativa de la economía nacional (sobre la situación personal). Lo interesante de este análisis, es que, estas variables prevalecen mucho más, que variables generales como sexo, edad y educación, aunque también importante destacar que, existe más apoyo a esta medida en los sectores urbanos. Generalmente más críticos y abiertos a contestar este tipo de preguntas.

En el informe de la encuesta de 2010 (informe de la cultura política de la democracia) se observa un incremento significativo en el promedio de confianza en el gobierno nacional (67.6), comparado con las mediciones anteriores de 2008. En esta oportunidad es por vez primera mayor que la confianza en el gobierno municipal (59.2).

En términos generales, lo importante en estos estudios, no es solo la apreciación de aquellas medidas que los salvadoreños “consideren”, sino las causas que prevalecen a la toma de decisiones de una sociedad tan heterogénea, pero capaz de homogenizar ideas en tiempos de coyuntura.

El desgaste en la confianza de algunas instituciones, y aquellos problemas que mediáticamente siguen punteando (delincuencia e inseguridad), han creado una nueva cultura de “democracia” en el país, -y que algunos llaman “recesión democrática”- ya que si bien, existe la necesidad del elemento participativo, la población parece estancarse en medidas que más que solución, expresan inconformidad generalizada; por ello se presenta este esfuerzo de análisis de los sondeos opinión, el cual no está realizado para validar los resultados, sino para evidenciar, la vulnerabilidad que la sociedad puede tener a raíz de estudios como estos.

[1] Se citan los siguientes informes:

Cultura Política de la democracia en El Salvador, 2010

Informe sobre Desarrollo Humano El Salvador 2010

Encuesta AnalítikaResearch& Marketing, noviembre 2010

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