La soberanía alimentaria: Un lejano concepto para el gobierno
No es necesario caer en la bajeza de la mentira para hacer ver la crisis económica y la incapacidad para gobernar por parte del partido, por ahora en el gobierno. No son, por tanto, cantos de sirena los que enfrentará el futuro gobierno, tras el saqueo sistemático del patrimonio nacional por parte de los de siempre, del decadente aparataje empresarial que por ahora gobierna El Salvador.
Y es que es como intentar tapar el cielo con las manos. La crisis social, cultural y económica que tiene sumido al país en niveles desesperantes, tiene responsables con nombre y apellidos y cuya debacle está a todas luces a la vuelta de la esquina.
La soberanía nacional, es un muy lejano tema de discusión en los medios de comunicación, premeditadamente quizá, ese tema obviado por la simple razón que no existe. La soberanía alimentaria es un tema aún más lejano.
Los otrora “hombres y mujeres del Maíz” es un lejano recuerdo literario. La base de la dieta mesoamericana y salvadoreña, el Maíz, ha dejado de ser patrimonio nacional. Las tortillas o las pupusas, son elaboradas con grano importado. El Maíz blanco, es traído de los países vecinos para consumo nacional y la exigua producción nacional es destinada a la exportación hacia Estados Unidos para la producción de etanol, y con ello, sepultado la soberanía alimentaria, provocando la carestía del Maíz y el aumento de precio de la tortilla, las pupusas, el atol, los tamales, etc.
Para colmo, hoy por hoy, el precio de la libra de frijol supera el dólar y la canasta básica alimentaria (que es la suma de todos los alimentos necesarios para un grupo familiar de 4 personas) suma más de $700. En El Salvador, solo el 16 % de las familias alcanza a cubrirla y con el salario mínimo actual, hay que recurrir a formas “no tradicionales” de hacer frente a la vida.
Con lo antes expuesto, creativas formas de subsistencia han surgido de la mente salvadoreña. Los comelotodo, los sabelotodo, los vendelotodo, se pueden ver en cada pueblo, villa o ciudad en las plazas y ocupando las principales vías. Millones de salvadoreños han abandonado el país buscando mejores ingresos.
A falta de oportunidades sociales, y la virtualidad de los medios comunicación que promueven junto y para el gobierno, un país distinto de la vida real, los salvadoreños en desesperación optan por cualquier medio generar ingresos, incurriendo incluso en la ilegalidad: La piratería, el contrabando, el hurto para alcanzar la ilusión del consumismo.
No bastando el asesinato de la productividad nacional con la firma de los tratados de libre importación, los salvadoreños ya ni Maíz, ni frijol, ni tortillas podemos conseguir a precio justo, no producimos suficiente verduras, y los demás elementos de la canasta básica son exclusiva importación….es decir que no hay peor ciego ..que el que no quiera ver.
EQUIPO MAPACHE
San Salvador, 19 de Octubre de 2007.
No es necesario caer en la bajeza de la mentira para hacer ver la crisis económica y la incapacidad para gobernar por parte del partido, por ahora en el gobierno. No son, por tanto, cantos de sirena los que enfrentará el futuro gobierno, tras el saqueo sistemático del patrimonio nacional por parte de los de siempre, del decadente aparataje empresarial que por ahora gobierna El Salvador.
Y es que es como intentar tapar el cielo con las manos. La crisis social, cultural y económica que tiene sumido al país en niveles desesperantes, tiene responsables con nombre y apellidos y cuya debacle está a todas luces a la vuelta de la esquina.
La soberanía nacional, es un muy lejano tema de discusión en los medios de comunicación, premeditadamente quizá, ese tema obviado por la simple razón que no existe. La soberanía alimentaria es un tema aún más lejano.
Los otrora “hombres y mujeres del Maíz” es un lejano recuerdo literario. La base de la dieta mesoamericana y salvadoreña, el Maíz, ha dejado de ser patrimonio nacional. Las tortillas o las pupusas, son elaboradas con grano importado. El Maíz blanco, es traído de los países vecinos para consumo nacional y la exigua producción nacional es destinada a la exportación hacia Estados Unidos para la producción de etanol, y con ello, sepultado la soberanía alimentaria, provocando la carestía del Maíz y el aumento de precio de la tortilla, las pupusas, el atol, los tamales, etc.
Para colmo, hoy por hoy, el precio de la libra de frijol supera el dólar y la canasta básica alimentaria (que es la suma de todos los alimentos necesarios para un grupo familiar de 4 personas) suma más de $700. En El Salvador, solo el 16 % de las familias alcanza a cubrirla y con el salario mínimo actual, hay que recurrir a formas “no tradicionales” de hacer frente a la vida.
Con lo antes expuesto, creativas formas de subsistencia han surgido de la mente salvadoreña. Los comelotodo, los sabelotodo, los vendelotodo, se pueden ver en cada pueblo, villa o ciudad en las plazas y ocupando las principales vías. Millones de salvadoreños han abandonado el país buscando mejores ingresos.
A falta de oportunidades sociales, y la virtualidad de los medios comunicación que promueven junto y para el gobierno, un país distinto de la vida real, los salvadoreños en desesperación optan por cualquier medio generar ingresos, incurriendo incluso en la ilegalidad: La piratería, el contrabando, el hurto para alcanzar la ilusión del consumismo.
No bastando el asesinato de la productividad nacional con la firma de los tratados de libre importación, los salvadoreños ya ni Maíz, ni frijol, ni tortillas podemos conseguir a precio justo, no producimos suficiente verduras, y los demás elementos de la canasta básica son exclusiva importación….es decir que no hay peor ciego ..que el que no quiera ver.
EQUIPO MAPACHE
San Salvador, 19 de Octubre de 2007.
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